Las actas de la reunión publicadas recientemente por la Reserva Federal (FED) muestran nuevamente su habitual estrategia de doble discurso. Por un lado, enfatizan que la situación de la inflación aún no es lo suficientemente estable, insinuando que podrían continuar con políticas restrictivas; por otro lado, también indican que tienen una actitud abierta hacia una posible reducción de tasas en septiembre, siendo que la decisión específica dependerá de los datos económicos.

Esta afirmación recuerda a un entusiasta del fitness que, mientras dice que quiere aumentar masa muscular, en realidad disfruta en secreto de helados altos en calorías. La Reserva Federal (FED) se comporta como un halcón feroz en la sala de reuniones, pero en el comunicado de prensa se convierte en una paloma moderada. Esta contradicción genera confusión entre los participantes del mercado, quienes tienen dificultad para captar con precisión la dirección de la política.

Al analizar detenidamente las declaraciones de la Reserva Federal (FED), se puede ver una clara estructura de 'sándwich':
1. Comience con una postura dura y agresiva, insinuando que no se relajará la política monetaria en el corto plazo.
2. Luego se enfatizó la dependencia de los datos económicos, especialmente de los indicadores de empleo e inflación, sugiriendo que la política podría ajustarse según estos indicadores.
3. Finalmente, se expresa una actitud abierta hacia las políticas futuras, sin descartar la posibilidad de una reducción de tasas en septiembre, pero tampoco se compromete a que esto suceda.

La actuación "halcón con corazón de paloma" de la Reserva Federal dejó un gran margen de interpretación en el mercado. Aunque estas declaraciones ambiguas son criticables, los inversores deben ser cautelosos y actuar de acuerdo con la disciplina de inversión establecida. Porque la Reserva Federal siempre puede expresar diferentes posiciones en diferentes ocasiones, y solo podemos confiar en reglas de inversión estrictas para enfrentar esta incertidumbre.